Cuando trabajas en una cafetería, normalmente siempre dibujas lo mismo en el café con leche: corazones y rosetas. Un día, una amiga comenzó a dibujar osos y ranas sobre el chocolate caliente. Me convenció para intentarlo. Quedó muy primitivo, pero seguí probando.
Llevo 4 años haciendo estos dibujos sobre los cafés y he perfeccionado mi arte. Necesitas combinar un café espresso perfecto y microespuma para conseguir el contraste adecuado y resaltar los pequeños detalles. Todos los dibujos comienzan vertiendo leche sobre el espresso, luego utilizo una cuchara para manipular la espuma en la forma que quiero dibujar. Luego, con chocolate, dibujo los contornos y los detalles.
Cada uno me lleva entre 3 y 5 minutos desde que se sirve en la taza hasta que lo acabo. La reacción de los clientes es lo más satisfactorio de mi trabajo. Mucha gente se convierte en clientes habituales y eso me incita a mejorar y probar distintos diseños.
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