No solemos pararnos a pensar en cómo pueden afectar las cosas al equilibrio emocional de nuestros productos culinarios. Por ejemplo, este hombre, al ir a coger su bote de ketchup sin abrir, vio sorprendido y consternado que el ketchup se había suicidado. Como quería respuestas a esta tragedia, el hombre, David Collinson, tuiteó al supermercado donde había comprado el ketchup antes de llevar a cabo el funeral. Pero la historia no acaba así. Echa un ojo aquí debajo y verás lo que pasó tras responder el supermercado…
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